
Río Vero:
Queso de cabra de pasta blanda, su fabricación parte de una coagulación láctica de leche de cabra pasteurizada, cuajos naturales y sin conservantes ni aditivo alguno. Su mantillo de moho azul en el exterior, penicillium roqueforti y su interior blanco, hacen de él, un queso inconfundible. Su mantillo azul es comestible y base de sus sabores. Recomendable el corte con lira.
La elaboración:
Se somete a un proceso de maduración mínimo de 30 días en cámara y se recomienda su consumo antes de 60 días, independientemente de su fecha de caducidad. Se recomienda su conservación en frío.
Descripción organoléptica:
Olor de intensidad media, láctico, a tierra húmeda, notas de cítricos y recuerdos a hongos silvestres.
Textura blanda y untuosa. Cremoso y fundente al paladar. Granulosidad de tipo fino.
Sabor muy personal, dominando las notas ácidas, mezcladas con notas dulces de nata y los aromas de cabra bien armonizados.
Regusto a frutos secos (avellana cruda) y algo picante si se come con corteza, lo cual es recomendable.
Con el tiempo se intensifica el sabor y la corteza se vuelve un poco más picante.
Queso de cabra de pasta blanda, su fabricación parte de una coagulación láctica de leche de cabra pasteurizada, cuajos naturales y sin conservantes ni aditivo alguno. Su mantillo de moho azul en el exterior, penicillium roqueforti y su interior blanco, hacen de él, un queso inconfundible. Su mantillo azul es comestible y base de sus sabores. Recomendable el corte con lira.
La elaboración:
Se somete a un proceso de maduración mínimo de 30 días en cámara y se recomienda su consumo antes de 60 días, independientemente de su fecha de caducidad. Se recomienda su conservación en frío.
Descripción organoléptica:
Olor de intensidad media, láctico, a tierra húmeda, notas de cítricos y recuerdos a hongos silvestres.
Textura blanda y untuosa. Cremoso y fundente al paladar. Granulosidad de tipo fino.
Sabor muy personal, dominando las notas ácidas, mezcladas con notas dulces de nata y los aromas de cabra bien armonizados.
Regusto a frutos secos (avellana cruda) y algo picante si se come con corteza, lo cual es recomendable.
Con el tiempo se intensifica el sabor y la corteza se vuelve un poco más picante.